martes, 15 de julio de 2025

Reseña Los Abismos de Pilar Quintana

Los abismos, novela ganadora del Premio Alfaguara 2021, confirma el talento narrativo de la escritora colombiana Pilar Quintana

Ambientada en la ciudad de Cali durante los años ochenta, esta obra nos presenta una historia contada desde la perspectiva de una niña, Claudia, cuya mirada inocente pero aguda revela las tensiones ocultas de su entorno familiar.

 Esta reseña de Los abismos explora los principales aspectos de la novela: su argumento, personajes, estilo y temas centrales.


Reseña Los Abismos de Pilar Quintana


¿Quién es Pilar Quintana, autora de Los abismos?


 Pilar Quintana nació en Cali, Colombia, en 1972. Es una de las voces más destacadas de la narrativa colombiana actual. Estudió Comunicación Social y trabajó en publicidad y televisión antes de dedicarse de lleno a la escritura. Su obra se caracteriza por un lenguaje preciso y una sensibilidad especial para tratar temas como la maternidad, el deseo femenino, la infancia y los vínculos familiares.

Con su novela La perra (2017) obtuvo reconocimiento internacional, y con Los abismos ganó el prestigioso Premio Alfaguara de Novela en 2021, consolidando su presencia en la literatura latinoamericana contemporánea y destacandose como una de las plumas femeninas colombianas más importantes de estos tiempos.

Para hacer esta reseña leí la edición en español de 2021 publicada por Penguin Random House.

¿De qué trata Los abismos? Resumen sin spoilers


 La historia de Los abismos gira en torno a Claudia, una niña de ocho años que vive con sus padres en un apartamento rodeado de plantas. Su madre, también llamada Claudia, está atrapada en una vida que la frustra: un matrimonio desigual, una rutina agobiante y un deseo de libertad que nunca logra concretar. El padre es un hombre mayor, ausente emocionalmente, que trabaja en un supermercado.

A través de los ojos de la niña, el lector descubre los conflictos silenciosos de esta familia. Claudia hija observa la tristeza de su madre, sus intentos por romper con lo establecido y el vínculo con otros personajes, como Gonzalo, el esposo de su tía Amelia. La muerte de su prima Gloria Inés y otras figuras femeninas trágicas también alimentan su creciente percepción del mundo adulto como un espacio lleno de sombras y peligros.

La novela se construye a partir de fragmentos, observaciones, pensamientos y temores. No se trata de grandes giros argumentales, sino de cómo se filtra el dolor en lo cotidiano.

Los abismos - Resumen del libro


Comienza así


En el apartamento había tantas plantas que le decíamos la selva.

El edificio parecía salido de una vieja película futurista. Formas planas,  volados,  mucho gris,  grandes espacios abiertos,   ventanales.  El apartamento era dúplex y el ventanal de la sala se alzaba desde el suelo hasta el cielorraso,  que allí era del alto de las dos plantas. Abajo tenía piso de granito negro con vetas blancas. Arriba, de granito blanco con vetas negras. La escalera era de tubos de acero negro y gradas de tablas pulidas. Una escalera desnuda llena de huecos. Arriba el corredor era abierto a la sala, como un balcón,  con barandas de tubos iguales a los de la escalera.  Desde allí se contemplaba la selva, abajo, esparcida por todas partes.

 Había plantas en el suelo,  en la mesas,  encima del equipo de sonido y el bifé,  entre los muebles, en plataformas de hierro  forjado, y materas de barro,  colgadas de las paredes y el techo, en las primeras gradas y en los sitios que no se alcanzaban a ver desde el segundo piso:  la cocina,  el patio de ropa y el baño de las visitas.  Había de todos los tipos.  De sol, de sombra y de agua. Unas pocas, los anturios rojos y las garzas blancas, tenían flores. Las demás eran verdes. Helechos lisos y rizados,  matas con hojas rayadas, manchadas, coloridas,  palmeras,  arbustos,  árboles enormes que se daban bien en materas y delicadas hierbas que cabían en mi mano de niña.

 A veces, al caminar por el apartamento, me daba la impresión de que las plantas se estiraban para tocarme con sus hojas como dedos, y que a las más grandes,  en un bosque detrás del sofá de tres puestos, les gustaba envolver a las personas que allí se sentaban o asustarlas con un roce. 

Frases destacadas de Los abismos 


Estas frases ilustran el estilo evocador de Pilar Quintana y los temas que aborda:

Claudia- niña

-“En el apartamento había tantas plantas que le decíamos la selva.” (p. 15)  

-“Entonces lo vi en sus ojos. El abismo dentro de ella, igual al de las mujeres muertas, una grieta sin fondo que nada podía llenar.” (p. 68)

-“No sabía si mi mamá estaba enferma o triste, pero era como si cada día se hundiera un poco más.” (p. 74)

Estas citas muestran cómo la voz narrativa infantil interpreta lo que aún no entiende, pero que ya la afecta profundamente.

Personajes principales de Los abismos


Claudia (niña): Protagonista y narradora. Tiene ocho años, es observadora, sensible y vive en medio de silencios y preguntas sin respuesta. Aunque por momentos tiene análisis y cuestionamientos bastante profundos para una niña

Claudia (madre): Una mujer frustrada por su rutina, su matrimonio y la vida que no eligió. Su malestar es una constante en la novela. Se deja entrever que este personaje vive episodios de cuadros depresivos que no son el tema central de la novela, pero si un punto importante.

Jorge (padre): Es distante, controlador y poco afectivo. Representa la autoridad masculina tradicional.

Tía Amelia:  La tía funciona como figura de apoyo y mantiene diálogos con la niña que representan esa figura de escucha para la niña.

Gloria Inés:  prima fallecida que funciona como símbolo de los peligros que enfrentan las mujeres en su entorno en la actualidad.

Rebeca y otras mujeres: Aunque no siempre están presentes físicamente, son claves en la construcción simbólica del miedo, el deseo y la identidad femenina.

Las plantas: metáfora de lo salvaje, lo femenino y lo indomable, aquello natural con lo que inicia la narración y muestra lo orgánico y al mismo tiempo lo incontrolable. 

Interpretación de Los abismos: infancia y grietas emocionales


 En Los abismos, Pilar Quintana retrata una infancia marcada por el desconcierto, la culpa y la sensación constante de amenaza, pero no solo esto;  la mirada infantil permite una aproximación delicada pero impactante a temas como la depresión materna, la relación madre-hija, el deseo no satisfecho, la muerte, la infidelidad y los mandatos sociales que asfixian a las mujeres.

El “abismo” no es solo un vacío literal o geográfico: es una metáfora del peligro invisible, del colapso emocional, del miedo a perder a quien se ama o de volverse invisible. A través de una prosa sutil, poética y contenida, la autora logra transmitir el vértigo que siente una niña cuando comprende que el mundo de los adultos puede ser inestable y oscuro.

El uso de las plantas como metáfora de lo salvaje, así como el ritmo pausado de la narración, refuerzan esa sensación de estar caminando al borde del precipicio.

Conclusión: por qué leer Los abismos de Pilar Quintana


 Los abismos es una novela breve pero profundamente conmovedora. Con una protagonista infantil inolvidable, Pilar Quintana nos ofrece una obra que reflexiona sobre las relaciones familiares, la maternidad, el deseo reprimido y el miedo al vacío. Su estilo literario cuidado y sensible convierte esta historia en una lectura esencial para quienes buscan comprender las emociones más silenciosas que nos acompañan desde la infancia.

Una joya de la narrativa colombiana contemporánea que dejará huella y no te dejará indiferente a las relaciones de afecto madre-hija como uno de los tantos temas abordados por la autora. ¿Ya lo leíste?

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